Cuando llevabamos más o menos un mes follando, Clara me dijo que se
estaba planteando subir unas fotos suyas a una web erótica medio amateur
y como yo estudiaba fotografía, me pidió que le tomara algunas fotos en
casa, una oferta que yo no podía rechazar.
Una tarde que los dos teníamos fiesta y Luna tenía el día liado, nos pusimos a la obra.
Teníamos
unas esposas, ropa sexy, lencería, unos consoladores, mi cámara y todo
el morbazo de Clara. Fuimos soltándonos y haciendo fotos cada vez más
subidas de tono que acabaron con una follada salvaje y un buen chorro de
leche calentita en el culo de Clara entre otras morbosidades.
Clara
es una diosa, tuvo miles de visitas y respuestas a sus fotos, además de
una oferta super extraña, uno de la misma página la había reconocido
por un pequeño tatuaje (que tapabamos en las fotos) y por sus tetas
(esto ya me lo creo más)
El tipo era un cliente de su tienda
cincuentón, el sabía que no se la podía tirar, pero le daba pasta por
ver como se la follaban en directo. Clara me lo propuso por dos razones:
1º
Su novio no iba a aceptar, la trataba muy bien pero era muy
convencional, demasiado para Clara, que se buscaba el vicio fuera.
2º
Yo follo bastante mejor que su novio según ella y se corría varias
veces conmigo, su "cliente" iba a pagar mejor si había muchos orgasmos.
Además yo podía tener la cara tapada.
Tuve mis reticencias pero me ganó por el morbo, nunca había follado delante de un mirón y encima nos daba pasta.
Pagó
un hotel en el centro de Zaragoza y el siguiente sábado quedamos en la
habitación a las diez de la noche. Clara y yo fuimos bromeando, la
situación nos daba morbazo, yo había traido mi máscara de luchador
mexicano y Clara una lencería de cachonda impresionante, y un vibrador
con mando a distancia. El hotel era viejo pero señorial, con las paredes
de terciopelo granate, muy porno decadente, había una cubitera con dos
botellas de champán enfriándose, cogí una y serví dos vasos.
-esto es lo más raro que he hecho en la vida y estoy cachonda perdida, es grave?- me preguntó nerviosa Clara.
-Está
bien esto de cumplir fantasías, tu disfrútalo y déjate llevar- Lo
cierto es que yo tabién estaba nervioso y cachondo a partes iguales.
Al
poco llamó el cliente, estaba abajo y subía. Me puse mi máscara y Clara
se quitó la chaqueta, dejando un potentísimo escote a la vista, además
llevaba una mini falda negra que con poco movimiento ya dejaba ver su
tanga rojo, sabía a lo que veníamos...
El señor me causó buena
impresión, estaba casado pero aburrido,57 años,empresario, se le veía
sensato y de gustos concretos, no era la priera vez que lo hacía, pero
si que era la primera con la que contactaba através de la página, se
había obsesionado con Clara en la tienda donde trabaja, normal, su
sonrisa y tetas enamoran. Una vez que estuvimos tranquilos y con unas
copas de champán encima Carla se me sento encima, le dió el mando del
vibrador al cliente y empezó a contonearse encima de mí. Comencé a
acariciar sus muslos y cintura rodeándola con mis brazos, Clara abría
sus piernas dejando ver su tanga e invitandome a buscar su pubis
depilado. Con una mano rebuscó en su bolso, sacó el vibrador y me lo
puso en una mano mientras sonreía como una perra en celo. aparté su
tanga dejando su rajita carnosa y visiblemente mojada al aire. El
cliente comenzó a suspirar retorciéndose en un sofá en frente de
nosotros , Clara se quitó la camiseta descubriendo sus suaves, enornes y
aterciopeladas tetas. Puse mi mano sobre su coño, estaba empapado, así
que no lo pensé más, mientras con una mano abría su rajita, con la otra
iba introduciendo suavemente el vibrador del que el cliente tenía el
mando, los dos rosas, muy cuquis.
Poco esperó el cliente y empezó
a darle caña mientras yo jugaba con su clítoris a una mano y masajeaba y
pellizcaba sus tetas con la otra. Clara tardó muy poco en correrse
como
una loca, todavía estaba yo vestido y me dejó los vaqueros con una
buena mancha de flujo. Al correrse el cliente apagó un rato el vibrador,
y Clara entre gemidos se dió cuenta de lo vestido que iba yo y me echó
una mano con ello. Mientras Clara me quitaba la ropa de cintura para
abajo vi que el cliente estaba empalmado y con la mano encia de la
polla, su mirada enfocada en Clara que ahora mismo dejaba mi polla al
aire para agarrarla, escupirla y empezar a pajearme a dos manos.
Decidió
deleitarse con una mamada de escándalo, estuvo cerca de que me corriera
en su boca, si no llega a ser por que el cliente puso el vibrador al
máximo y fué Clara la que se acabó corriendo con mi polla caliente e
hinchadísima en su boca.
Me levanté puse a Clara a cuatro patas
en la cama, quedando de perfil a su cliente, le saqué el vibrador y
empecé a hacer presión sobre su rajita con el rabo ensalivadísimo, que
tardó un poco en ceder por lo hinchado que tenía el capullo y lo
apretado de su coño delicioso, rosadito y de labios carnosos. Adoraba el
sonido de mis huevos pegando contra los labios de su coño a empotradas.
La
máscara me molestaba un montón mientras bombeaba con mi pelvis el rabo
hasta lo más profundo de su coño, y no digamos para comerle el coño, lo
intenté un rato teniéndola a cuatro patas pero era casi imposible con la
máscara.
Mientras tanto el cliente se masturbaba ya
enérgicamente, Clara se levantó y se puso con los brazos sobre el sofá
del cliente y con el culo en pompa.
-recuerda que no puedes tocarme-
dijo Clara, a lo que el cliente asintió de inmediato encantado por tener
su cara y sus tetas tan cerca de su polla. Clara me ordenó que fuera a
epotrarla contra ese sofá, así que acepté.
Le clavé la polla de
un empentón y le azoté el culo con firmeza, tardó pocas empotradas en
correrse y su cliente se corrió también, yo no lo vi bien, pero creo que
algo le cayó a Clara a las tetas, el tío se corrió como una bestia.
A
Clara le fallaron las piernas mientras le follaba el coño salvajemente
desde atrás y cayó encima de su cliente que seguía en éxtasis. Yo apreté
todavía más y la empotré contra su cliente con todas mis fuerzas,
azotando su culo de vez en cuando, ya tenía toda la mano marcada roja en
su culo y gemía como una leona contra el pecho del cincuentón.
Cuando
estaba a punto de correrme se la saqué , me puse a su lado y agarrando
su cabeza empecé a follarle la boca, cuando ella se recompuso del
orgasmo e agarró la polla y empezó a pajeármela mientras se la comía,
anuncié que me iba a correr y Clara abrió la boca, puso mi capullo en su
lengua y siguió pajeándome a una mano hasta que el primer lechazo
rebotó de su lengua a su labio superior, el segundo le cruzó la cara y
para el tercero ya tenía mi polla a tres cuartos de su tamaño dentro de
la boca, se acabó toda la leche sin sacársela de la boca y se levantó uy
digna besándome en la boca y lanzándole un beso a su cliente antes de
tirarse en la cama en éxtasis todavía.
El cliente se levantó
agradeciendonos la experiencia y diciendo que era el mejor polvo que
había "visto" un poco de charla más y se fué tras dejar 1000 euros a
Clara. Los dos los quedamos flipando, Clara había dicho que serían 600.
de esos me dió 300 y me quedé tan contento, acabamos las botellas de
champán, repasamos toda la experiencia y todavía estabamos
hipercachondos, así que volvimos a follar como locos antes de darnos una
ducha y salir por ahí con nuestros amigos (pero por separado para que
no hubeira sospechas)
Esta vez más normalito, pero le follé el
culito para que saliera de fiesta con el culo lleno de leche, que se que
le ponía malísima. Nos fumios sobre la 1:30 de la habitación y esa
noche ya cada uno por su lado.
Sin duda el cliente este era el
mejor de sus fans pajilleros de la página esa. Hubo otros que le
propusieron lo mismo pero online, pero Clara no se atrevía por si la
grababan, así que no volvimos a repetir experiencias de este tipo.
¡Aunque lo pasamos genial aquel día!
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