viernes, 10 de febrero de 2017

Las fotos y el "cliente" de Clara

Cuando llevabamos más o menos un mes follando, Clara me dijo que se estaba planteando subir unas fotos suyas a una web erótica medio amateur y como yo estudiaba fotografía, me pidió que le tomara algunas fotos en casa, una oferta que yo no podía rechazar.
Una tarde que los dos teníamos fiesta y Luna tenía el día liado, nos pusimos a la obra.

Teníamos unas esposas, ropa sexy, lencería, unos consoladores, mi cámara y todo el morbazo de Clara. Fuimos soltándonos y haciendo fotos cada vez más subidas de tono que acabaron con una follada salvaje y un buen chorro de leche calentita en el culo de Clara entre otras morbosidades.

Clara es una diosa, tuvo miles de visitas y respuestas a sus fotos, además de una oferta super extraña, uno de la misma página la había reconocido por un pequeño tatuaje (que tapabamos en las fotos) y por sus tetas (esto ya me lo creo más)
El tipo era un cliente de su tienda cincuentón, el sabía que no se la podía tirar, pero le daba pasta por ver como se la follaban en directo. Clara me lo propuso por dos razones:
1º Su novio no iba a aceptar, la trataba muy bien pero era muy convencional, demasiado para Clara, que se buscaba el vicio fuera.
2º Yo follo bastante mejor que su novio según ella y se corría varias veces conmigo, su "cliente" iba a pagar mejor si había muchos orgasmos. Además yo podía tener la cara tapada.

Tuve mis reticencias pero me ganó por el morbo, nunca había follado delante de un mirón y encima nos daba pasta.

Pagó un hotel en el centro de Zaragoza y el siguiente sábado quedamos en la habitación a las diez de la noche. Clara y yo fuimos bromeando, la situación nos daba morbazo, yo había traido mi máscara de luchador mexicano y Clara una lencería de cachonda impresionante, y un vibrador con mando a distancia. El hotel era viejo pero señorial, con las paredes de terciopelo granate, muy porno decadente, había una cubitera con dos botellas de champán enfriándose, cogí una y serví dos vasos.
-esto es lo más raro que he hecho en la vida y estoy cachonda perdida, es grave?- me preguntó nerviosa Clara.
-Está bien esto de cumplir fantasías, tu disfrútalo y déjate llevar- Lo cierto es que yo tabién estaba nervioso y cachondo a partes iguales.

Al poco llamó el cliente, estaba abajo y subía. Me puse mi máscara y Clara se quitó la chaqueta, dejando un potentísimo escote a la vista, además llevaba una mini falda negra que con poco movimiento ya dejaba ver su tanga rojo, sabía a lo que veníamos...

El señor me causó buena impresión, estaba casado pero aburrido,57 años,empresario, se le veía sensato y de gustos concretos, no era la priera vez que lo hacía, pero si que era la primera con la que contactaba através de la página, se había obsesionado con Clara en la tienda donde trabaja, normal, su sonrisa y tetas enamoran. Una vez que estuvimos tranquilos y con unas copas de champán encima Carla se me sento encima, le dió el mando del vibrador al cliente y empezó a contonearse encima de mí. Comencé a acariciar sus muslos y cintura rodeándola con mis brazos, Clara abría sus piernas dejando ver su tanga e invitandome a buscar su pubis depilado. Con una mano rebuscó en su bolso, sacó el vibrador y me lo puso en una mano mientras sonreía como una perra en celo. aparté su tanga dejando su rajita carnosa y visiblemente mojada al aire. El cliente comenzó a suspirar retorciéndose en un sofá en frente de nosotros , Clara se quitó la camiseta descubriendo sus suaves, enornes y aterciopeladas tetas. Puse mi mano sobre su coño, estaba empapado, así que no lo pensé más, mientras con una mano abría su rajita, con la otra iba introduciendo suavemente el vibrador del que el cliente tenía el mando, los dos rosas, muy cuquis.

Poco esperó el cliente y empezó a darle caña mientras yo jugaba con su clítoris a una mano y masajeaba y pellizcaba sus tetas con la otra. Clara tardó muy poco en correrse
como una loca, todavía estaba yo vestido y me dejó los vaqueros con una buena mancha de flujo. Al correrse el cliente apagó un rato el vibrador, y Clara entre gemidos se dió cuenta de lo vestido que iba yo y me echó una mano con ello. Mientras Clara me quitaba la ropa de cintura para abajo vi que el cliente estaba empalmado y con la mano encia de la polla, su mirada enfocada en Clara que ahora mismo dejaba mi polla al aire para agarrarla, escupirla y empezar a pajearme a dos manos.

Decidió deleitarse con una mamada de escándalo, estuvo cerca de que me corriera en su boca, si no llega a ser por que el cliente puso el vibrador al máximo y fué Clara la que se acabó corriendo con mi polla caliente e hinchadísima en su boca.

Me levanté puse a Clara a cuatro patas en la cama, quedando de perfil a su cliente, le saqué el vibrador y empecé a hacer presión sobre su rajita con el rabo ensalivadísimo, que tardó un poco en ceder por lo hinchado que tenía el capullo y lo apretado de su coño delicioso, rosadito y de labios carnosos. Adoraba el sonido de mis huevos pegando contra los labios de su coño a empotradas.

La máscara me molestaba un montón mientras bombeaba con mi pelvis el rabo hasta lo más profundo de su coño, y no digamos para comerle el coño, lo intenté un rato teniéndola a cuatro patas pero era casi imposible con la máscara.

Mientras tanto el cliente se masturbaba ya enérgicamente, Clara se levantó y se puso con los brazos sobre el sofá del cliente y con el culo en pompa.
-recuerda que no puedes tocarme- dijo Clara, a lo que el cliente asintió de inmediato encantado por tener su cara y sus tetas tan cerca de su polla. Clara me ordenó que fuera a epotrarla contra ese sofá, así que acepté.

Le clavé la polla de un empentón y le azoté el culo con firmeza, tardó pocas empotradas en correrse y su cliente se corrió también, yo no lo vi bien, pero creo que algo le cayó a Clara a las tetas, el tío se corrió como una bestia.
A Clara le fallaron las piernas mientras le follaba el coño salvajemente desde atrás y cayó encima de su cliente que seguía en éxtasis. Yo apreté todavía más y la empotré contra su cliente con todas mis fuerzas, azotando su culo de vez en cuando, ya tenía toda la mano marcada roja en su culo y gemía como una leona contra el pecho del cincuentón.

Cuando estaba a punto de correrme se la saqué , me puse a su lado y agarrando su cabeza empecé a follarle la boca, cuando ella se recompuso del orgasmo e agarró la polla y empezó a pajeármela mientras se la comía, anuncié que me iba a correr y Clara abrió la boca, puso mi capullo en su lengua y siguió pajeándome a una mano hasta que el primer lechazo rebotó de su lengua a su labio superior, el segundo le cruzó la cara y para el tercero ya tenía mi polla a tres cuartos de su tamaño dentro de la boca, se acabó toda la leche sin sacársela de la boca y se levantó uy digna besándome en la boca y lanzándole un beso a su cliente antes de tirarse en la cama en éxtasis todavía.

El cliente se levantó agradeciendonos la experiencia y diciendo que era el mejor polvo que había "visto" un poco de charla más y se fué tras dejar 1000 euros a Clara. Los dos los quedamos flipando, Clara había dicho que serían 600. de esos me dió 300 y me quedé tan contento, acabamos las botellas de champán, repasamos toda la experiencia y todavía estabamos hipercachondos, así que volvimos a follar como locos antes de darnos una ducha y salir por ahí con nuestros amigos (pero por separado para que no hubeira sospechas)

Esta vez más normalito, pero le follé el culito para que saliera de fiesta con el culo lleno de leche, que se que le ponía malísima. Nos fumios sobre la 1:30 de la habitación y esa noche ya cada uno por su lado.

Sin duda el cliente este era el mejor de sus fans pajilleros de la página esa. Hubo otros que le propusieron lo mismo pero online, pero Clara no se atrevía por si la grababan, así que no volvimos a repetir experiencias de este tipo. ¡Aunque lo pasamos genial aquel día!

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