viernes, 10 de febrero de 2017

Danielle en el parque

Cuando conocí a Danielle tanto Luna como Clara se habían ido de la casa donde vivíamos y yo estaba buscando otro sitio, pero aprovechaba la casa entera para mi, mi novia y yo habíaos decidido darnos un tiempo y en una quedada cafetera con una del curro conocí a una de sus amigas, Danielle, una Nigeriana de enorme labios y cuerpo estilizado negra como el azabache que desde que la vi me puso malísimo. Nos caímos bien y dijimos de quedar algún día.

Un viernes por la mañana me habló y quedamos para esa noche para dar un paseo por un parque y tomar algo en la terraza, que era julio y hacía muy buena noche.

Desde el primer momento que la vi no pude evitar el imaginarme comiéndole los labios y notarlos alrededor de mi polla, eran enormes, negros, perfilados y bonitos, creo recordar que toando algo en la terraza de noche no podía dejar de mirarlos y me notaba la polla morcillona, me ponía malísimo.

Después de un par de copas nos fuimos a un sitio más apartado,en un banco de piedra entre varios arbustos y una cuesta y se hizo un porro de marihuana, en ese momento me parecía perfecta. Mi polla estaba deacuerdo y se dejaba mostrar pegada al pantalón ajustado.

Danielle se acercaba peligrosamente, podía notar su calor mientras me pasaba el porro y se quedaba ahí pegada a mi. Cuando lo acabé le rocé con una mano el labio para quitarle un poco de tabaco, haciendome el sorprendido le pasé la mano por el cuello y la cara mientras decía lo suave que era su piel.

A lo que me quise dar cuenta esos labios carnosos y calientes me estaban comiendo la boca, nos sobamos enteros entre besos. Dani fué casi directa a abrirme el pantalón.

-hace un rato que te la estaba viendo apretada y la curiosidad me tiene a cien- me dijo mientras me abría el pantalón.
yo me abrí de piernas ayudando un poco, repasó mi polla a través del calzóncillo y dijo que no esperaba más, metió su mano y rodeó mi rabo para sacarlo, tenía las manos frías, pero después de un breve suspiro dió un par de lenguetazos a mi capullo y se lo metió en la boca con ansia, yo creía que me iba a matar con esos labios carnosos alrededor de mi verga, pero le aguanté ese primer embite que acabó cogiendo buena velocidad y con mi polla totalmente ensalivada.

Deslizé una mano bajo su ropa y encontré una rajita depilada, caliente y empapadísima.
Danielle se levantó y empecé a comerle las tetas mientras seguía descubriendo su clítoris con la mano izquierda, ella se bajó su camiseta de tirantes y los pantalones enteros, sin mediar palabra la apoyé contra el banco de piedra y tras pasarle el capullo de arriba a abajo por su coño empapado se la empecé a meter poco a poco, ya que tenía el coño muy apretado. Jadeó como una loca cuando se corrió al recibir una empotrada de rabo entero, así que repetí un rato, estábamos montando escándalo, pero en un parque de barrio de extraradio a las tantas no hay nadie, solo un perro nos visitó cuando danielle procedía a sentarse sobre mi regazo alojando toda mi polla en su coño mientras e miraba a la cara, movía con destreza sus caderas y recibía algún que otro azote en su redondo y apretado culo negro.

Cuando me fuí a correr me dijo que en su coño no, que quería tragárselo, quien se iba a negar con esos labios tan hermosos, que por cierto estaban mucho más bonitos con 4 chorros de leche cruzándole la cara, y como resaltaba mi leche tibia en su piel...

Al rato nos fumamos otro y tras darnos las buenas noches, nos fuimos cada uno por nuestro lado, nada mal la noche

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