Cuando conocí a Danielle tanto Luna como Clara se habían ido de la casa
donde vivíamos y yo estaba buscando otro sitio, pero aprovechaba la casa
entera para mi, mi novia y yo habíaos decidido darnos un tiempo y en
una quedada cafetera con una del curro conocí a una de sus amigas,
Danielle, una Nigeriana de enorme labios y cuerpo estilizado negra como
el azabache que desde que la vi me puso malísimo. Nos caímos bien y
dijimos de quedar algún día.
Un viernes por la mañana me habló y
quedamos para esa noche para dar un paseo por un parque y tomar algo en
la terraza, que era julio y hacía muy buena noche.
Desde el
primer momento que la vi no pude evitar el imaginarme comiéndole los
labios y notarlos alrededor de mi polla, eran enormes, negros,
perfilados y bonitos, creo recordar que toando algo en la terraza de
noche no podía dejar de mirarlos y me notaba la polla morcillona, me
ponía malísimo.
Después de un par de copas nos fuimos a un sitio
más apartado,en un banco de piedra entre varios arbustos y una cuesta y
se hizo un porro de marihuana, en ese momento me parecía perfecta. Mi
polla estaba deacuerdo y se dejaba mostrar pegada al pantalón ajustado.
Danielle
se acercaba peligrosamente, podía notar su calor mientras me pasaba el
porro y se quedaba ahí pegada a mi. Cuando lo acabé le rocé con una mano
el labio para quitarle un poco de tabaco, haciendome el sorprendido le
pasé la mano por el cuello y la cara mientras decía lo suave que era su
piel.
A lo que me quise dar cuenta esos labios carnosos y
calientes me estaban comiendo la boca, nos sobamos enteros entre besos.
Dani fué casi directa a abrirme el pantalón.
-hace un rato que te la estaba viendo apretada y la curiosidad me tiene a cien- me dijo mientras me abría el pantalón.
yo
me abrí de piernas ayudando un poco, repasó mi polla a través del
calzóncillo y dijo que no esperaba más, metió su mano y rodeó mi rabo
para sacarlo, tenía las manos frías, pero después de un breve suspiro
dió un par de lenguetazos a mi capullo y se lo metió en la boca con
ansia, yo creía que me iba a matar con esos labios carnosos alrededor de
mi verga, pero le aguanté ese primer embite que acabó cogiendo buena
velocidad y con mi polla totalmente ensalivada.
Deslizé una mano bajo su ropa y encontré una rajita depilada, caliente y empapadísima.
Danielle
se levantó y empecé a comerle las tetas mientras seguía descubriendo su
clítoris con la mano izquierda, ella se bajó su camiseta de tirantes y
los pantalones enteros, sin mediar palabra la apoyé contra el banco de
piedra y tras pasarle el capullo de arriba a abajo por su coño empapado
se la empecé a meter poco a poco, ya que tenía el coño muy apretado.
Jadeó como una loca cuando se corrió al recibir una empotrada de rabo
entero, así que repetí un rato, estábamos montando escándalo, pero en un
parque de barrio de extraradio a las tantas no hay nadie, solo un perro
nos visitó cuando danielle procedía a sentarse sobre mi regazo alojando
toda mi polla en su coño mientras e miraba a la cara, movía con
destreza sus caderas y recibía algún que otro azote en su redondo y
apretado culo negro.
Cuando me fuí a correr me dijo que en su
coño no, que quería tragárselo, quien se iba a negar con esos labios tan
hermosos, que por cierto estaban mucho más bonitos con 4 chorros de
leche cruzándole la cara, y como resaltaba mi leche tibia en su piel...
Al rato nos fumamos otro y tras darnos las buenas noches, nos fuimos cada uno por nuestro lado, nada mal la noche
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